En total ha sido más de cinco días durísimos.
Siempre pasa igual. No vamos a
recurrir a la ley de Murphy, pero es que somos unos optimistas empedernidos, en
fin. Mejor ser así, de eso no hay que arrepentirse y es mejor siempre ver la botella
medio llena.
El tiempo que esperábamos iba a ser
mejor, pero bueno, tampoco ha sido malo, porque si se llega a poner mal, desde
luego que no bajamos.
Salimos el martes día 8, subíamos poco
a poco. Un día para llegar al Campo I, otro hasta el Campo II... reservando fuerzas
para el ataque final. Llegamos al Campo III, algo cansados, pero es normal si
estamos a casi 7.500 metros que es donde instalamos el campamento.
Y llegó el viernes 11. Habíamos
dormido poco, pero con eso ya habíamos contado, y nos preparamos para salir a
las 4 de la mañana, pero teníamos un poco de neblina, y sin la ayuda de la
luna, y sin conocer el camino, era una locura salir, tuvimos que esperar a que
amaneciera. Lógicamente éramos los únicos que atacábamos la cima por esta ruta,
(ínicamente había dos finlandeses que subían con nosotros), teníamos que abrir
la huella entre nosotros solos.
Fue muy duro. La subida es preciosa,
es un recorrido de lo mejor que se puede hacer en el Himalaya, nos sorprendió
por su belleza, no es demasiado difícil, ni peligroso, pero es largo, pesado, nos
hundíamos 30 ó 40 cms y había que ganarse cada paso y claro el cansancio se
acumula y el tiempo pasa a la vez que las fuerzas se gastan y cada vez vas más
despacio.
Yo por mi parte no estaba muy convencido
de seguir adelante cuando vimos que se nos iba a hacer de noche. Teníamos que
acceder a una arista a la que confluye también la ruta británica del Suroeste,
(la que hicimos el año 1998). Llegamos a
la arista y ya advertí que por los recuerdos que tenía aún nos quedaba bastante. Pero como todos
teníamos ganas de hacer cima y no nos veíamos en peligro, seguimos para
arriba.
Pero la noche, el cansancio, y la luz
limitada de nuestras frontales hizo, seguramente, que tuviéramos un error de
cálculo. En un momento determinado creímos estar en la cima y la dimos por
buena. (La cima del Shisha no es
precisamente de esas que tienen alguna característica que la identifican como
tal).
Aún en el descenso, en algún tramo que
por haber placas de hielo no se notaba la huella, dudamos y nos costó encontrar
el camino, pero superado estos pequeños tramos y con un cansancio tremendo por
el tiempo que llevábamos sin parar, por fin a las 4 y pico de la madrugada
llegábamos al Campo III.
En total fueron alrededor de 22 horas
sin parar...
Descansamos algo y al amanecer,
volvimos nuestras miradas a la cumbre y al itinerario que habíamos seguido...
No tardamos nada en darnos cuenta de que posiblemente donde estuvimos no era el
punto más elevado, aunque hubiéramos estado muy cerca. Lo miramos y remiramos y
no había duda. La primera noticia que dimos fue por la noche, para tranquilizar
a los nuestros y comunicarles que habíamos hecho cumbre y que ya bajábamos,
pero cuando comprobamos nuestro error, lo dimos a conocer a todo el mundo,
esperando hacer declaraciones "oficiales" a nuestra llegada al Campo
Base, ya relajados y con las ideas más claras, sobre las razones de nuestra
equivocación.
Y esta es la triste realidad. Estas
cosas pasan muy a menudo en la montaña. Toda la ilusión de tanto tiempo,
el apoyo de tan buena gente que confía
en ti, que colabora para que consigas tu objetivo y el esfuerzo, el sacrificio
y tantas penalidades no han dado el fruto deseado.
Nos queda el consuelo, que no es poco,
de que lo hemos dado todo, hasta la extenuación, estamos satisfechos y podéis
estar seguros de que hemos puesto todo lo que estaba de nuestra parte, pero en
la "lucha" contra estas montañas no siempre se unen todas las
circunstancias necesarias para que puedas ganar. A pesar de todo hemos vuelo
sanos y salvos y seguiremos luchando por alcanzar nuestros sueños... y que lo
podamos celebrar, porque "soldado que se vuelve vale para otra
batalla"
No se cómo podría agradecer vuestro
apoyo incondicional, MUCHAS GRACIAS y hasta que nos veamos "cara a
cara", un fuerte abrazo,
JUANITO OIARZABAL
Campo
Base del Shisha Pangma, 14 de mayo de 2012
Adjunto dos entrevistas que nos hicieron
desde EITB / Radio Vitoria, a Juanjo
Garra y a mi, ayer día 13, cuando ya
estábamos en el Campo Base. Por cierto me "pillaron in fraganti", recién llegado, sin reflejos, igual estaba algo pesimista por el cansancio,
pero bueno, ahora ya se que eso me suele pasar...
Campo Base avanzado
(foto Carlos Pauner)